viernes, 8 de marzo de 2013

DESCRIPCIÓN TÉCNICA DEL TEMPLO

MEMORIA DESCRIPTIVA DE LA IGLESIA PARROQUIAL
 DE LOS SANTOS REYES

La Iglesia de los Santos Reyes de Albalat dels Sorells está situada en  el centro de la población, entre las calles Mayor y Abadía. Su ubicación avanzada respecto a la calle Mayor crea un punto de inflexión en la directriz de la misma , haciendo que el campanario sea el cierre de perspectiva desde ambos extremos de la calle.

 Consiste en un templo de planta en forma de cruz latina de la primera mitad del siglo XVIII, de dimensiones exteriores E-O 38,0m y N-S 21,5m, situada sobre el antiguo camino real, inicialmente exenta, orientado el altar hacia levante y quedando el acceso a la misma orientado a poniente. La construcción actual no es del todo de nueva planta, al parecer parte desde la fachada principal de una construcción más antigua, seguramente de nave única con capillas laterales entre contrafuertes y ábside poligonal, que llegaba hasta el actual crucero. Sobre ésta planta se rediseñó una iglesia con planta de cruz latina abovedada en sus dos tramos con bóveda de cañón, rematando la intersección una cúpula sobre pechinas. A ambos extremos del altar y cerrando la composición en un remate rectangular están la capilla de la comunión y la sacristía. Tras el altar se erige una capilla trasagrario de elevada altura. Sobre esta composición inicial se agregaron posteriormente un módulo a la capilla de la comunión (alineada con la pared exterior del trasaltar ), la casa abadía, la trastería, y recientemente una construcción de una altura recayente a la calle Abadía que alberga aulas para impartir catequesis.

La estructura principal es muro mixto verdugado de mampostería e hiladas horizontales de ladrillo cada 1,60m de altura aproximadamente, cuyo grosor oscila en las diferentes piezas del edificio desde 2 pies en las capillas laterales y trasaltar, hasta 5 pies y medio de la nave central y crucero. Los elementos singulares como ventanas, cornisas, dinteles y esquinas están confeccionados con ladrillo.

El esquema estructural consiste en dos bóvedas de cañón ortogonales apoyadas sobre los muros perimetrales. El primer tramo de la nave central aprovecha parte de la estructura de la iglesia primitiva, y a diferencia del resto del templo los empujes de la bóveda son conducidos hacia los contrafuertes existentes mediante arcos de descarga, lo cual permite la apertura hacia las capillas laterales. Desde el punto de vista estructural la iglesia presenta buena estabilidad y pocas fisuras, en general irrelevantes  que indiquen deterioro en el sistema de transmisión de cargas de las bóvedas y los muros. La irregularidad y la altura en el trazado de los pasillos entre capillas indican que estas aberturas fueron practicadas a posteriori para permitir el tránsito lateral.

Sobre la puerta de acceso y apoyado sobre un arco carpanel descansa el coro en el primer tramo de la iglesia. Se accede a él a través de la torre campanario y comunica a su vez con el cuarto del fuelle del órgano. Este último parece ser una obra posterior de remodelación, está cubierto por bóveda de cañón y en su acceso se ha eliminado parte de uno de los arcos de descarga que reciben el muro de la nave central, ya fuera para encajar el órgano o para aumentar la altura de la puerta.

 El campanario destaca por su ubicación respecto al templo, al estar dispuesto casi a 45º con la fachada. Si bien en el cuarto de acceso al mismo hay datos en la geometría de la planta que indican una posible existencia previa del mismo, la traba con el muro y sobre todo la continuidad de la fachada por el fuste dan a entender una finalización conjunta. El remate del campanario, demolido en la guerra civil desde la base del cuerpo de campanas, fue reconstruido en posguerra inspirado en un cuadro de la época realizado por Vicente Garcés Martí.

La cobertura original de la iglesia es de tejado de teja árabe a dos aguas sobre tablero de ladrillo apoyado sobre tabiquillos. En las capillas adosadas a medianeras se ha sobreelevado el tejado mediante una estructura de viguetas de madera y correas que sostienen el entablado de ladrillo y las tejas. La cobertura de la cúpula se efectúa con teja vidriada de color azul marino en el fondo y de color blanco en las aristas. La cúpula está rematada por una falsa linterna de ladrillo enfoscada. La decoración inicial de la misma, confeccionada en ladrillo, estaba bastante deteriorada, en la intervención de 1988 se enfoscó por completo, difuminándose los relieves de las ocho volutas que apeaban la linterna. La cruz de forja que coronaba la cúpula, de clara inspiración barroca, se desprendió en los años setenta y fue reubicada sobre la fachada principal, la cúpula actual tan sólo conserva  la veleta. La bola que sostiene ésta última parece demasiado baja y necesita una peana que realce el conjunto.

 Exteriormente la fachada presenta una única puerta con marco labrado en piedra, de decoración barroca mezcla de varios órdenes: pórtico de estilo toscano, formada por un entablamento recto de inspiración dórica pero rematado con cornisa compuesta soportado por dos pilastras,  flanqueada a los extremos por sendas estatuas que representan los Santos Patrones de Albalat, San Jaime y Santa Quiteria, y al centro un bajorrelieve de la Adoración de los Reyes Magos enmarcada bajo un frontón curvo. Sobre la puerta se abre una ventana abocinada  y un respiradero oval para ventilar la cámara entre la bóveda y la cubierta. Cierra la  composición a dos aguas  una cornisa quebrada adornada con florones que se extiende hacia el  fuste del campanario. El remate actual no concuerda con el resto de la fachada, se ignora que imagen o figura culminaba la fachada, actualmente se ha colocado la cruz que se desprendió de la cúpula. Aunque inicialmente el fondo de la pared presentaba a la vista el muro de  mampostería y ladrillo, éste fue enfoscado recientemente con poco acierto, por un lado porque le resta carácter al edificio y por otro por el efecto que la humedad y el salitre han tenido sobre él, lo que ha obligado a repararlo en varias ocasiones.







El resto de las fachadas presenta un enfoscado de mortero de cal, con restos de decoración pictórica  simulando sillares y arcos adintelados en las esquinas y en las ventanas respectivamente. También el tambor de la cúpula presenta decoración policroma a base de ocres y morados con motivos geométricos diversos, círculos y puntas de diamante, variables en cada lado del octógono. Esta decoración presenta dos intervenciones aunque, a falta de realizar catas más amplias, se desconoce por qué se ocultó la decoración original. La primera de aparente mejor calidad, ha aparecido al desprenderse el mortero de la segunda en las zonas próximas a las esquinas y simula un refuerzo de ladrillo en las esquinas. La segunda parece respetar la organización de la primera pero simulando un juego de sillares sobre los anteriores ladrillos, la decoración enmarca los lados del octógono dejando libre de decoración el centro. En uno de estos lados aparece una fecha: 173o  (1738?,) lo que puede dar a entender que sea la fecha de finalización , bien de la iglesia o bien de la cúpula. Debido a que esta inscripción está realizada sobre la última intervención se desconoce si repite una fecha que existía debajo de ella o si se corresponde con  la finalización de esta última capa, en cualquier caso confirma la finalización de iglesia dentro del segundo tercio del siglo XVIII.

Las cornisas tanto de la cúpula como de la cubierta general del templo están pintadas de rojo almagra sobre el ladrillo. También existe debajo de todas las cornisas y  rodeando el edificio una franja de color almagra. Al parecer la composición de la pintura debía carecer de un buen aglutinante, y los colores, ocres, morados  y grises indican que son de procedencia natural y frecuentes en la zona, empleados posiblemente por la economía de los mismos, óxidos de hierro, carbón y tierras, lo que explica que en general hayan tenido un mal envejecimiento y que hayan desaparecido casi por completo en la mayoría de las paredes. El fondo general parece sin duda pintado con cal, dando una tonalidad hueso o incluso blanca a todo el edificio.

Toda la decoración interior, de estilo barroco, se ejecuta casi exclusivamente con molduras de yeso, ornamentando principalmente el sistema estructural, pilastras y arcos bajo estilo corintio compuesto, enmarcando también las puertas y ventanas con una reinterpretación más libre del orden anterior con aportación de rocalla y volutas. Los paños interiores del crucero son muy austeros, enfatizándose en mayor medida la decoración en la nave central,  marcando las líneas de las directrices de la bóveda con rosetones y rocalla y decorando las capillas con óvalos que recogen escenas de la vida de los Santos patrones del pueblo, San Jaime y Santa Quiteria. En el centro de los frontones obre las puertas de la sacristía y la capilla de la comunión están representados los padres de la Iglesia : San Jerónimo, San Agustín, San Ambrosio y San Gregorio Magno.

 Las pinturas murales se centran en la cúpula. Las pechinas repiten un mismo motivo de ángeles  tenantes sosteniendo el escudo del principal benefactor del templo, D.Tomás Torán Sorell conde de Albalat, cuya imagen se reproduce entre la decoración de la cúpula. Esta bóveda está decorada simulando ocho ventanas separadas entre sí por una balaustrada desde la cual saluda el conde, cuatro de las cuales son en parte reales, casi inapreciables desde el nivel del suelo. Estas ventanas son copias fieles de las existentes en la cúpula de la Basílica de los Desamparados de Valencia. Entre ellas ocho tramos de arco sostienen en el cenit de la cúpula una falsa linterna, dibujada en perspectiva para ser apreciada desde los pies del crucero.
El Altar Mayor, reconstruido en mármol rojo coralito en la posguerra, mantiene la apertura hacia el trasaltar, en este último  se interpuso un forjado en los años sesenta dividiendo en dos alturas dicha estancia, con el fin de ganar espacio para almacén. En dicho hueco se ha dispuesto en el primer piso la representación de la Adoración de los Reyes Magos. A ambos lados del motivo central, enmarcadas en sendas hornacinas, están las estatuas de San Vicente Ferrer y de San Antonio. En el ático del altar hay un cuadro de la misma época del altar de Jesucristo Crucificado.











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