Junta de Fábrica Albalat dels Sorells: RESEÑA HISTORICA

IGLESIA PARROQUIAL DE LOS SANTOS REYES

DE ALBALAT DELS SORELLS

La parroquia de Albalat dels Sorells tiene su origen en el siglo XV. El lugar, entonces denominado Albalat d’En Codinachs, perteneció desde la conquista del reino de Valencia a la jurisdicción de la parroquia de Foios, al igual que Meliana y Vinalesa, pero el señor territorial, entonces Manuel de Codinachs, o Codinats, solicitó de Roma la creación de una parroquia propia. El papa Martín V, a sus instancias, decretó la erección de la iglesia parroquial de Albalat, por bula de 29 de noviembre de 1426, la cual fue después confirmada por su sucesor Eugenio IV en 1444. Sin embargo, la creación se retardó por la resistencia del rector de Foios a la desmembración. Esto seguramente explica que el papa Nicolás V, por una nueva bula de 1454, y aconsejado por el cardenal Alfonso de Borja, obispo de Valencia, decidiera anular dicha gracia.

Posible traza de la iglesia primitiva en la trama actual del templo.

Sin embargo, la fundación de la rectoría o parroquia no debió tardar muchos años, aunque se ignora por el momento la fecha exacta de su erección. Comprendía el propio lugar de Albalat, llamado desde esa fecha Albalat de Mossén Sorell o dels Sorells, y los poblados anexos de Teuladella y de Mauella. Su titular fue, hasta el siglo XVIII, San Jaime Apóstol, adoptando después la advocación de la Adoración de los Santos Reyes, que es la actual. El patronato de la parroquia, por concesión pontificia, perteneció al señor jurisdiccional desde la misma época de su creación, y ha sido ejercido por el conde de Albalat hasta los tiempos de la guerra civil de 1936-39.

Ampliación de la iglesia en la primera mitad del siglo XVIII, la existencia de una geometría tan definida, el grosor y la continuidad en los muros delimita perfectamente dicha actuación.

La iglesia parroquial actual es obra del siglo XVIII. Su construcción, acordada por la parroquia y el consejo municipal en el año 1731, se efectuó aprovechando la fábrica del antiguo templo, con la adición de un crucero y cabecera nuevos. Es de planta de cruz latina, de una nave, con cuatro capillas laterales comunicadas por cada lado, y transepto coronado con cúpula sobre tambor octogonal. Presenta una decoración barroca equilibrada, a base de estucos y medallones ovales sobre las capillas, con los lienzos correspondientes, los cuales desarrollan escenas de la vida de los santos patronos san Jaime y santa Quiteria. Destaca en ella la ornamentación pictórica de las pechinas y de la media naranja, toda ella de la época; en las citadas pechinas figuran los blasones del conde de Albalat (que contribuyó a la obra según testimonios históricos), pintados al fresco, en tanto que la cúpula, contrariamente decorada al temple de cola, se inspira en la de la Virgen de los Desamparados de Valencia. Asomado a la balaustrada representada en la misma cúpula aparece un personaje, que se ha supuesto retrato del conde titular. Al exterior, la media naranja aparece cubierta de teja vidriada azul, con los gallones blancos. La portada es de piedra, también de estilo barroco, coronada por un magnífico relieve representando la Epifanía y, en los flancos, sendas esculturas de san Jaime y santa Quiteria, patronos de la villa, todo ello de excelente calidad artística, si bien de autor no identificado. En la clave de la puerta campea el escudo condal. El imafronte del templo es mixtilíneo, adornado con pináculos agallonados de piedra.

A principios del siglo XX, se practicó una intervención en el interior de la iglesia, como consecuencia de la cual se alteraron algunos elementos de la primitiva decoración barroca, sustituidos por estucados según estilo de la época, al tiempo que se doraron las molduras con oro fino.

Con posterioridad, y reparados los deterioros causados durante la guerra civil de 1936, el año 1985 volvió a efectuarse una respetuosa restauración de la nave del templo, manteniendo el orden decorativo anterior. En 1990 se extendieron las obras a la fachada y campanario.

Los exteriores de la iglesia estaban en muy deficiente estado, dado que no se había actuado en ellos prácticamente desde la construcción del edificio, y presentaban daños de consideración en las cubiertas y enfoscado de los muros, además de carecer de desagües adecuados. En los últimos años, por dicho motivo, ha sido necesario efectuar las obras de consolidación y reparación indispensables, gracias a las ayudas financieras de la Excma. Diputación, Ayuntamiento, alguna entidad local y, particularmente, los donativos de la feligresía.

Estas obras últimamente citadas, aún inacabadas, se han realizado en el curso de tres campañas. La primera, en el año 2003 , consistió en la reparación de cubiertas y enfoscados del sector norte, con una especial actuación en los ángulos de las vertientes de la cúpula, fuertemente afectados de filtraciones de aguas pluviales, además de dotarse de un sistema de canalones de que se carecía. Se sufragó con una subvención de 36.000 euros aportados por la Diputación de Valencia y aportaciones particulares de la población.

La segunda fase, en el año 2004, se centró en la reparación de los exteriores del flanco sur del edificio, principalmente en los tejados de las capillas alojadas entre los contrafuertes, así como en las cubiertas de la nave y de la casa abadía anexa al templo y en el sistema de desagüe. Su coste se elevó a 24.000 euros, de los cuales 18.000 fueron aportados por la Diputación y el resto por la parroquia.

En tercer lugar, de octubre 2005 a febrero de 2006, se ha procedido a la restauración del ábside y todo el flanco este de la iglesia, extremadamente deteriorado. Ha comprendido el levantamiento y reconstrucción de la cubierta y el falso techo de la cabecera de la capilla de la Comunión, en estado de ruina, y también la renovación de tejados y enfoscado exterior del trasagrario. Estos gastos (60.500 euros) han podido cubrirse con una nueva aportación de 24.000 euros de la misma Diputación, juntamente con 6.000 euros donados por el Ayuntamiento de la villa y donativos de la población.

Debe advertirse que la restauración de esta iglesia parroquial, cuyas notables cualidades artísticas ya han sido señaladas, no está concluida. Quedan, efectivamente, por ejecutar obras en las cubiertas de la sacristía y enfoscados exteriores de la misma y del crucero sur, como también completar el sistema de desagües mediante canalones. En breve se procederá a la rehabilitación integral del interior de la torre campanario, en especial de la sustitución del peldañeado y del refuerzo de las bóvedas de la escalera, el acondicionamiento del coro y del cuarto anexo donde antiguamente se ubicaba el fuelle del órgano y su recuperación como archivo. También urge solucionar el problema de las humedades que afectan a la base de los muros de la iglesia y de la torre, que han afectado a los enlucidos y a la decoración interiores y han degradado el enfoscado de la última restauración de la fachada del año 1985, que se encuentra en pésimo estado.

La decoración pictórica del exterior de la iglesia, de notable elegancia clásica en origen, datada en el siglo XVIII, se encuentra muy degradada. Simula una sillería de tonos grises en los elementos arquitectónicos del templo tales como esquinas, arcos, contrafuertes y ventanas, y un friso de color rojo almagra bajo la cornisa de todos los tejados, decorada también del mismo color, con graves pérdidas, lo que hace necesaria la reintegración de la misma. Es en la cúpula donde mejor se ha conservado esta policromía, comprendida en los paños del tambor, las esquinas simulando un aparejo de ladrillo en color rojo arcilla y, enmarcando el paño, una cenefa de puntas de diamante alternadas con circulos concéntricos, ambas de color púrpura sobre fondo amarillo.

marzo de 2006